Despedimos el veranito con cenas un día sí y otro también, y después de la cena tocan los mojitos, gintonics o la copita de rigor. Así, mientras se recoge el postre y llueven anécdotas y confesiones, se levanta el equipo de combate a mostrar sus habilidades cocteleras amenazando: “ya veréis qué mojito hago, un día os enseño” (lo que no saben es que no queremos aprender, preferimos que nos los hagan).
Y cuando entran en territorio de batalla, aparece el gran enemigo: FALTA…
Palidecemos, se nos olvidan las historietas y empezamos a temblar temiendo lo peor.
Hay ingredientes prescindibles, de esos que no se cuenta cuando faltan esperando que nadie se entere para poder presumir luego del arte que tiene uno. Pero, la palabra falta… delata que son imprescindibles: HIELO.
Tocado y hundido. Sin hielo no hay tutía, y así de animados no hay quien abandone el barco para ir a buscarlos. Entramos en pánico. Pero ya no tenemos ningún problema: GLOVO siempre está dispuesto y en menos de una hora tienes los hielos en casa dando solo un par de clics. / que suele volar pero coge una auxiliar si hace falta.
¿Quieres saber más sobre nosotros? ¿Te gustaría conseguir un servicio gratis?
Entra en
www.glovoapp.com para leer más sobre GLOVO, explicarnos situaciones en las que #necesitounglovo y consigue códigos promocionales.